Escuche a través de sus ojos
Mirar a las personas a la cara hace que sea más sencillo saber cuándo empiezan a hablar y poder leer sus labios, expresiones y demás lenguaje corporal.
La mayoría de los audífonos son direccionales, por lo que sus usuarios tienen dificultades para oír aquello que no están mirando. Por ejemplo, si alguien comienza a dar un discurso, la persona con pérdida auditiva no se dará cuenta hasta que le vea hacerlo. Entonces tendrá que girarse hacia el orador para poder oírle.