¿Se encuentra alguna vez en situaciones como ésta?
1. Descubrir que la gente habla demasiado bajo o murmura las palabras, y necesitar que las repitan.
2. Experimentar que las conversaciones en lugares concurridos, como cafeterías, son más difíciles y hay que esforzarse para entenderlas.
3. Tener que subir el volumen de la televisión, la radio o el teléfono para oírlos bien.
4. Que tus allegados te digan que tienes que repetir muchas cosas, que la televisión está demasiado alta o que estás hablando muy alto.
5. Necesidad de mirar a la gente a la cara para entender lo que dicen.
6. Darse cuenta de que algunos sonidos cotidianos han desaparecido, como el canto de los pájaros, las pisadas, el intermitente del coche o el viento en los árboles.
7. Rechazar invitaciones a reuniones sociales porque te cuesta escuchar y el esfuerzo que supone es agotador.